Un buen trabajo de sellado de techos es mucho más que aplicar una capa de material de calidad. No, se trata de un proyecto pensado etapa a etapa, siempre considerando la situación de la infraestructura que se quiere mantener en buen estado.

Cada caso es diferente, pero una de las cosas que nunca cambia es que ningún paso debe ignorarse si lo que se quiere es conseguir resultados positivos y que éstos sean duraderos. En las siguientes líneas, el equipo de Technical Roofing Services expresa su opinión en lo que respecta a dos etapas fundamentales en un proyecto de impermeabilización: la limpieza y el nivelado.

Removiendo Impurezas

Todo buen trabajo de sellado e impermeabilización comienza con la limpieza del techo. Con el tiempo, es natural e inevitable que el techo de una propiedad acumule basura y desechos. Con los años, el viento y la lluvia traen mucho material que se convierte en impurezas necesarias de remover.

De esta misma forma, los daños causados por las filtraciones y el acumulamiento del agua por desniveles generan daños al material que conforma el techo y éste se vuelve parte de las impurezas que finalmente se tienen que remover. Por ello, todo proyecto de este tipo comienza por la limpieza.

Previniendo Estancamiento de Aguas

Después de tener todo limpio, es necesario que el equipo de profesionales de la impermeabilización realice un trabajo de nivelación del techo, usando cuales sean las técnicas disponibles a mano.

Esta etapa del trabajo es clave para prevenir que, tanto en el corto como en el largo plazo, existan nuevos problemas de filtración y humedad. El estancamiento de las aguas en un techo crea una sobrecarga estructural y los pozos de agua, a su vez, son una fuente de problemas sanitarios, dando paso a criaderos de insectos y aparición de colonias de hongos.